El 20 de julio de cada año, Colombia se viste de fiesta para conmemorar el Día de la Independencia, un hito histórico que marcó el inicio del camino hacia la autonomía y la autodeterminación del país. Esta fecha simboliza el grito libertario que resonó en las calles de Santafé de Bogotá en 1810, cuando un grupo de criollos inconformes con el dominio español se rebelaron contra las autoridades peninsulares.
Las raíces del movimiento independentista colombiano se remontan a las invasiones napoleónicas a España en 1808. Tras la captura del rey Fernando VII, se generó un vacío de poder en la metrópoli, lo que motivó a los criollos, quienes anhelaban mayor participación política y económica, a desafiar la autoridad colonial.
El 20 de julio de 1810, este anhelo se materializó en las calles de Santafé. Un grupo de criollos liderados por Antonio Nariño, Camilo Torres, José Acevedo y Gómez, entre otros, se reunió en la Plaza Mayor para discutir la situación política. Tras una acalorada jornada, se estableció una Junta de Gobierno que reemplazaría al Cabildo colonial, dando inicio al proceso de independencia.
Si bien la independencia de Colombia se consolidó años más tarde, con la Batalla de Boyacá en 1819, el 20 de julio se ha conmemorado como día festivo desde el mismo año de su proclamación. La fecha se oficializó como feriado nacional en 1889, durante el gobierno del presidente Rafael Núñez.
El Día de la Independencia no solo es una ocasión para recordar el pasado, sino también para reflexionar sobre el presente y el futuro de la nación. Es un momento para celebrar los valores de libertad, democracia e igualdad que dieron origen a la República de Colombia.
Las festividades del 20 de julio en Colombia se extienden por todo el país, con desfiles, conciertos, eventos culturales y actos cívicos. Las calles se adornan con los colores de la bandera nacional, y el ambiente se llena de fervor patriótico. Es una oportunidad para que las familias se reúnan y disfruten de un día de celebración y orgullo nacional.